jueves, 25 de marzo de 2010

Por la Espiral

-Reforma Laboral, ¿será?
-De jornadas por horas
-Huelga, derecho limitado


Claudia Luna Palencia
En Línea Directa
25 Mar 2010

Toda iniciativa de reforma tiene su tiempo político, su timing, el meollo es que llevamos varios sexenios jugando con la propuesta como si se tratara de una baraja, sale una “a ver si pega” y sino resulta, que venga la otra.
Hace unos días, Javier Lozano, titular de la Secretaría de Trabajo, presentó su iniciativa de Reforma Laboral al Congreso de la Unión, él afirma que “ésta sí es la buena”, los demás ya no sabemos realmente qué pensar.
El punto es que si en los últimos tres sexenios se habla de una reforma fiscal que nunca llega, con la reforma laboral llevamos 40 años arrastrándola como gran pendiente.
Precisamente una de las grandes omisiones en la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o NAFTA fue instrumentarse en la práctica a partir del primero de enero de 1994, sin antes haberse implementado dos grandes reformas: fiscal y laboral.
Las consecuencias en ambos terrenos son más que evidentes a 16 años de distancia, lo que antes pensamos era una ventaja comparativa y competitiva que nadie podía arrebatarnos por nuestra cercanía con Estados Unidos ha sido reducida a cenizas por China.
Igualmente, el paradigma de la población y la mano de obra, India y China nos llevan una amplia ventaja al respecto.
Andado el tiempo con el dedo en la llaga de la falta de competitividad, las empresas y los empresarios internamente asfixiados y un gran mercado paralelo informal, subterráneo e ilegal, se pretende realizar entonces una reforma laboral.
La Ley Federal del Trabajo tiene 1 mi 010 artículos, la intención es realizarle 400 modificaciones, Lozano indica que la propuesta presentada por él condensa 210 puntos de coincidencia de discusiones anteriores entre los legisladores de las distintas fracciones partidistas.
Tenemos una propuesta llena de claroscuros, a mi juicio, con más claros aunque la parte nebulosa contiene principios a modificar que me provocan preocupación.
Lo que se intenta es darle facilidad a la gente para acceder al mercado de trabajo tanto a mujeres, jóvenes, adultos mayores y grupos vulnerables que por género, edad o condición física han sido permanentemente discriminados en cuanto a acceso a puestos de trabajo o mejores tabuladores salariales.
Un principio rescatable es el de la equidad de género, que no haya maltrato ni rechazo, ni despidos por embarazo.
Para ello se pone en la mesa el tema de las sanciones para el patrón y la búsqueda de la justicia laboral.
Además reconoce el acoso y hostigamiento sexual con sanciones directas al patrón.
En la parte de los oscuros, si bien Lozano señala que de ninguna manera la reforma intenta alterar el Artículo 123 Constitucional con el principio de los trabajadores y el derecho a la huelga (valga recordar es una conquista laboral histórica) aunque usan candados y corchetes para evitar el emplazamiento a huelga hasta no cumplir con una serie de requisitos para poder instrumentarla.
Se busca limitar el poder de los sindicatos, liberando a los trabajadores de los descuentos por nómina de las cuotas sindicales, dejando que el propio trabajador decida si aporta para su afiliación sindical o mejor se separa.
A los sindicatos se les pretende poner como un lastre para la productividad, competitividad, nocivos hasta las últimas consecuencias y en muchos casos la enorme corrupción interna en sus líderes y su enriquecimiento asquean pero un sindicato tiene un peso social y económico insustituible en toda relación obrero-patrón. Sin sindicatos, pobres derechos de los trabajadores.
Otra limitante en esta propuesta de reforma laboral es que ésta no va acompañada de otra reforma fiscal, ambas son necesarias y complementarias.
El sector laboral y empresarial están ávidos de incentivos, impulsos y una serie de políticas fiscales bien instrumentadas a dicho destino podrían servir para dotarle de competitividad y productividad al país.
La reforma laboral, per se, no va a generar los 800 mil empleos anuales que argumenta Lozano serían creados en el país de aprobarse como está el documento. Señor secretario, esto no va por generación espontánea.
Nuevamente lo que se observa, en ausencia de propuestas reales en pro de la competitividad y la productividad, es continuar castigando el precio del factor trabajo.
La fórmula es muy sencilla darle al patrón las facilidades para un despido barato y una contratación barata, que la mano de obra, técnica y profesional le impacte cada vez menos en sus costos fijos.
Un empleado no sindicalizado es un empleado más fácil de despedir y de liquidar.
La flexibilidad laboral es la clave, argumenta Lozano, defendiendo modificar el esquema de las jornadas laborales de 8 horas por los trabajos a jornada por hora y además discontinuos.
Que el compromiso con el trabajador no sean exclusivamente contratos de 8 horas, sino hacerlo a destajo, posiblemente tres horas el lunes de 8 a 11 am; el martes de 12 a 3 pm; el miércoles de 5 a 8 pm; el jueves nuevamente de 8 a 11 am: etc.
¿De qué futuro hablamos? De sueldos base tremendamente baratos, para personas que por su condición laboral estarán limitadas de generar algún tipo de derecho, a la vera del reparto de utilidades, aguinaldo, prima vacacional, seguro médico, ahorro para el retiro. Y excluidas además del sistema financiero que no tiene servicios de crédito para ofrecerles a personas que ganan tan poco.
Si en la actualidad el salario mínimo es de 57.46 pesos en la zona geográfica A, 55.84 pesos en la zona B y 54.47 en la C, y se trata de lo que una persona gana en un día de jornada de 8 horas de trabajo, fracciónelo por hora.
Abaratar la mano de obra tiene grandes riesgos sociales, miremos a la Historia, al pasado, porque el hambre hace Revoluciones, Guerras Civiles, levantamientos y cambia sistemas.
Por último lo que hace esta reforma es reconocer la existencia de una práctica generalizada: la subcontratación, el famoso outsourcing, muchas empresas están en la ilegalidad en dicha materia o en la informalidad, la reforma reconoce su existencia aunque se queda tibia en cuanto al trato de la explotación laboral y la desprotección total a los trabajadores en este tipo de empresas casi todas por honorarios.
En fin juzgue amigo lector, el perfil del trabajador concebido por el blanquiazul.
P.D. Estimado lector le invito a que participe sobre el tema en mi blog: http://claudialunapalencia.blogspot.com.
*Economista y columnista especializada. Con estudios de doctorado por la Universidad de Alcalá, tiene dos libros publicados y participa en distintos foros de radio y televisión con opiniones sobre educación financiera, economía y finanzas personales. Puede contactarla en: claulunpalencia@yahoo.com
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