Guillermo Ríos
El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
23 de marzo de 2010
Ciudad de México.- México necesita una reforma laboral, pero ésta deberá tomar en cuenta diversas cuestiones como la necesidad de proteger a los trabajadores en un mundo donde la estabilidad y la movilidad laboral es cada vez menos cierta, o donde los trabajadores tienen cada vez más dificultad de encontrar empleo, y son cada vez más frecuentemente despedidos, planteó Graciela Bensusan, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Si pensamos en todo lo que está pasando en el mundo y en México a nivel político, económico y social, entendemos que si queremos pensar en una nueva estrategia de desarrollo y una manera nueva de incluir a la sociedad y al mismo tiempo de insertarse en el mundo, hace falta una reforma, apuntó.
Sin embargo, dijo que ello no quiere decir que la reforma que presentó el Gobierno del presidente Felipe Calderón sea la respuesta a los problemas que el país está enfrentando en el mundo del trabajo.
La profesora destacó que en todo este asunto hay un problema central que tiene que ver con los bajos salarios de los trabajadores que están impidiendo no solamente salir de la pobreza.
"Hoy en día es paradójico, pero tener un empleo no es suficiente garantía para salir de la pobreza y no permite crear un mercado interno de consumo que es un serio problema de una política salarial basada en las estructuras que la Ley Federal del Trabajo crea y la propia Constitución crea como la Comisión Nacional de Salarios Mínimos que ha llevado a que el salario esté por debajo de la línea de pobreza", apuntó.
Esto nos lleva a que no hay posibilidad de crear un mercado interno de consumo y nos vuelve sumamente vulnerables frente a lo que es el mercado mundial. Entonces, creo que esta reforma responde a problemas que pueden estar en el país, y me parece que son necesarios de atender, como la necesidad de incrementar la productividad, pero lo hace de una manera que ya se ha probado que es fallida", puntualizó.
Fuente
El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
23 de marzo de 2010
Ciudad de México.- México necesita una reforma laboral, pero ésta deberá tomar en cuenta diversas cuestiones como la necesidad de proteger a los trabajadores en un mundo donde la estabilidad y la movilidad laboral es cada vez menos cierta, o donde los trabajadores tienen cada vez más dificultad de encontrar empleo, y son cada vez más frecuentemente despedidos, planteó Graciela Bensusan, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Si pensamos en todo lo que está pasando en el mundo y en México a nivel político, económico y social, entendemos que si queremos pensar en una nueva estrategia de desarrollo y una manera nueva de incluir a la sociedad y al mismo tiempo de insertarse en el mundo, hace falta una reforma, apuntó.
Sin embargo, dijo que ello no quiere decir que la reforma que presentó el Gobierno del presidente Felipe Calderón sea la respuesta a los problemas que el país está enfrentando en el mundo del trabajo.
La profesora destacó que en todo este asunto hay un problema central que tiene que ver con los bajos salarios de los trabajadores que están impidiendo no solamente salir de la pobreza.
"Hoy en día es paradójico, pero tener un empleo no es suficiente garantía para salir de la pobreza y no permite crear un mercado interno de consumo que es un serio problema de una política salarial basada en las estructuras que la Ley Federal del Trabajo crea y la propia Constitución crea como la Comisión Nacional de Salarios Mínimos que ha llevado a que el salario esté por debajo de la línea de pobreza", apuntó.
Esto nos lleva a que no hay posibilidad de crear un mercado interno de consumo y nos vuelve sumamente vulnerables frente a lo que es el mercado mundial. Entonces, creo que esta reforma responde a problemas que pueden estar en el país, y me parece que son necesarios de atender, como la necesidad de incrementar la productividad, pero lo hace de una manera que ya se ha probado que es fallida", puntualizó.
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