Javier López Osorio
Cambio de Michoacán
Martes 20 de Abril de 2010
Ahora que está en puerta un nuevo ataque frontal del gobierno federal sobre la clase trabajadora, como parte de su estrategia de imponer las reformas estructurales en México, ocupo este espacio para dar a conocer diez puntos relevantes que de la propuesta de reforma laboral calderonista ha elaborado el Colegiado de la Unión de Juristas de México, con algunas modificaciones al texto original. Una contundente argumentación que desvela una verdadera contrarreforma en el ámbito laboral, al violentarse descaradamente el espíritu original del artículo 123 constitucional. Veamos.
1.- El 18 de marzo de 2010 legisladores panistas presentan una iniciativa de reforma laboral a la Ley Federal del Trabajo (LFT). De los 1010 artículos de la LFT, proponen el cambio, adición o supresión de 429, con la intención de anular la estabilidad en el empleo, a través de nuevas modalidades flexibles de contratación (a prueba, por temporada y capacitación inicial), la fijación del pago por horas, las multihabilidades y la legalización de los outsourcing (subcontratación), entre otros.
2.- La reforma que propone Calderón forma parte del paquete de reformas estructurales que los gobiernos han venido impulsando para cumplir con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en el contexto del “Consenso de Washington”, con el propósito de insertar la economía mexicana al neoliberalismo, desaparecer el Estado social, suprimir su papel rector en el desarrollo económico; subordinando el marco legal. Facilitando la entrada de capitales y la utilización de mano de obra barata, en beneficio del capital, vulnerando la soberanía nacional y la supremacía constitucional.
3.- Los objetivos formales de la reforma panista establecen adecuar la LFT para “mejorar” la productividad y competitividad, fomentar el empleo, lo cual es falso e imposible de conseguir, debido a la crisis del modelo económico que prevalece, irracional e injusto, con un sistema político y judicial corrupto, sujeto a profundas y diferenciadas desigualdades y sometido al exterior.
4.- Así, la reforma busca cumplir con intereses extranjeros opuestos a los del país y sus trabajadores, al proponer los mismos esquemas de las reformas laborales establecidas en Europa y Latinoamérica, y que han fracasado al responder a una estrategia globalizadora, que beneficia al capital trasnacional, propiciando la desvalorización del trabajo local, la precarización del empleo y la restricción o pérdida de derechos sindicales y sociales; políticas asumidas dentro de una plena regresión social.
5.- El neoliberalismo propicia una nueva acumulación del capital al abrir los mercados, elevar la productividad y reducir los costos laborales, valiéndose del progreso científico y la caída del campo socialista y del movimiento sindical, fomentando el enriquecimiento de trasnacionales y empresarios mexicanas, originado con ello una grosera concentración de la riqueza. Modelo agotado, sin crecimiento ni empleo ni garantías sociales. Reformar la LFT en medio de la crisis para quitar “rigideces”, anula derechos y promueve la inversión extranjera, sin protección de los trabajadores, más que un error es un hecho fatídico para la nación.
6.- Los trabajadores y sindicatos no han pedido ni demandan una reforma laboral, ni mucho menos una que les quite derechos, sin consulta alguna; deja en la orfandad la defensa constitucional del trabajo y del trabajador, al intentar aprobar cambios contrarios a los derechos laborales adquiridos. Quienes la demandan son los grandes capitalistas, banqueros y empresarios, así como algunos partidos y diputados que han traicionado al pueblo en razón de mezquinos intereses.
7.- En el México actual, no es necesaria una reforma laboral, sino que se cumpla la legislación vigente. La Constitución y la LFT, prevén una serie de derechos que no se cumplen por el gobierno, con la complicidad de las juntas de conciliación, tribunales y ministros del Poder Judicial, tales como: empleo para todos, sistema de pensiones digno, salario suficiente, jornada razonable, educación, vivienda, salud y seguridad social, libertad sindical y derecho de huelga, por ejemplo.
8.- La ofensiva del régimen neoliberal en contra de los trabajadores y sindicatos es constante, y al no existir una buena correlación de fuerzas en el Congreso para intentar una reforma laboral democrática, sería permitir o abrir un falso debate sobre las bondades de ésta (contra) reforma y su aprobación provocaría el caos social, con la pauperización e indefensión del trabajo asalariado y la desregulación de conflictos laborales.
9.- Esta pretendida reforma transgrede los fundamentos del derecho mexicano sobre el trabajo, al romper con los principios de equidad, igualdad y justicia social que deben prevalecer entre los factores de la producción; anula la estabilidad en el empleo, limita los alcances indemnizatorios por despido y los derechos colectivos de libertad sindical, huelga y contratación colectiva, proyectando la precarización de millones de obreros, jornaleros, empleados, pequeños empresarios y cooperativistas.
10.- Demandan intensificar la resistencia, propiciar la organización y la unidad de clase en la lucha por defender nuestros derechos, exhortando a los legisladores a establecer leyes y puntos de acuerdo, que sin tocar la LFT, hagan efectivos los derechos laborales sobre empleos necesarios, seguro de desempleo, salario suficiente, control de precios y el respeto al libre ejercicio de los derechos colectivos y sindicales, la restitución de los derechos de seguridad social de carácter universal y solidario, así como la protección y estatización de los fondos de pensiones y ahorros laborales.
Cabos sueltos
1.- Un año y 220 días (catorce mil 40 horas), sin el pago de pensiones vitalicias.
2.- Libertad al compañero universitario Mario Romero, ilegalmente preso por el gobierno federal.
3.- La defensa de La Loma sigue sumando adeptos. El exhorto ahora emana del Congreso local. ¿Seguirá el Ejecutivo sin ver, ni oír, ni hablar?
Fuente
Cambio de Michoacán
Martes 20 de Abril de 2010
Ahora que está en puerta un nuevo ataque frontal del gobierno federal sobre la clase trabajadora, como parte de su estrategia de imponer las reformas estructurales en México, ocupo este espacio para dar a conocer diez puntos relevantes que de la propuesta de reforma laboral calderonista ha elaborado el Colegiado de la Unión de Juristas de México, con algunas modificaciones al texto original. Una contundente argumentación que desvela una verdadera contrarreforma en el ámbito laboral, al violentarse descaradamente el espíritu original del artículo 123 constitucional. Veamos.
1.- El 18 de marzo de 2010 legisladores panistas presentan una iniciativa de reforma laboral a la Ley Federal del Trabajo (LFT). De los 1010 artículos de la LFT, proponen el cambio, adición o supresión de 429, con la intención de anular la estabilidad en el empleo, a través de nuevas modalidades flexibles de contratación (a prueba, por temporada y capacitación inicial), la fijación del pago por horas, las multihabilidades y la legalización de los outsourcing (subcontratación), entre otros.
2.- La reforma que propone Calderón forma parte del paquete de reformas estructurales que los gobiernos han venido impulsando para cumplir con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en el contexto del “Consenso de Washington”, con el propósito de insertar la economía mexicana al neoliberalismo, desaparecer el Estado social, suprimir su papel rector en el desarrollo económico; subordinando el marco legal. Facilitando la entrada de capitales y la utilización de mano de obra barata, en beneficio del capital, vulnerando la soberanía nacional y la supremacía constitucional.
3.- Los objetivos formales de la reforma panista establecen adecuar la LFT para “mejorar” la productividad y competitividad, fomentar el empleo, lo cual es falso e imposible de conseguir, debido a la crisis del modelo económico que prevalece, irracional e injusto, con un sistema político y judicial corrupto, sujeto a profundas y diferenciadas desigualdades y sometido al exterior.
4.- Así, la reforma busca cumplir con intereses extranjeros opuestos a los del país y sus trabajadores, al proponer los mismos esquemas de las reformas laborales establecidas en Europa y Latinoamérica, y que han fracasado al responder a una estrategia globalizadora, que beneficia al capital trasnacional, propiciando la desvalorización del trabajo local, la precarización del empleo y la restricción o pérdida de derechos sindicales y sociales; políticas asumidas dentro de una plena regresión social.
5.- El neoliberalismo propicia una nueva acumulación del capital al abrir los mercados, elevar la productividad y reducir los costos laborales, valiéndose del progreso científico y la caída del campo socialista y del movimiento sindical, fomentando el enriquecimiento de trasnacionales y empresarios mexicanas, originado con ello una grosera concentración de la riqueza. Modelo agotado, sin crecimiento ni empleo ni garantías sociales. Reformar la LFT en medio de la crisis para quitar “rigideces”, anula derechos y promueve la inversión extranjera, sin protección de los trabajadores, más que un error es un hecho fatídico para la nación.
6.- Los trabajadores y sindicatos no han pedido ni demandan una reforma laboral, ni mucho menos una que les quite derechos, sin consulta alguna; deja en la orfandad la defensa constitucional del trabajo y del trabajador, al intentar aprobar cambios contrarios a los derechos laborales adquiridos. Quienes la demandan son los grandes capitalistas, banqueros y empresarios, así como algunos partidos y diputados que han traicionado al pueblo en razón de mezquinos intereses.
7.- En el México actual, no es necesaria una reforma laboral, sino que se cumpla la legislación vigente. La Constitución y la LFT, prevén una serie de derechos que no se cumplen por el gobierno, con la complicidad de las juntas de conciliación, tribunales y ministros del Poder Judicial, tales como: empleo para todos, sistema de pensiones digno, salario suficiente, jornada razonable, educación, vivienda, salud y seguridad social, libertad sindical y derecho de huelga, por ejemplo.
8.- La ofensiva del régimen neoliberal en contra de los trabajadores y sindicatos es constante, y al no existir una buena correlación de fuerzas en el Congreso para intentar una reforma laboral democrática, sería permitir o abrir un falso debate sobre las bondades de ésta (contra) reforma y su aprobación provocaría el caos social, con la pauperización e indefensión del trabajo asalariado y la desregulación de conflictos laborales.
9.- Esta pretendida reforma transgrede los fundamentos del derecho mexicano sobre el trabajo, al romper con los principios de equidad, igualdad y justicia social que deben prevalecer entre los factores de la producción; anula la estabilidad en el empleo, limita los alcances indemnizatorios por despido y los derechos colectivos de libertad sindical, huelga y contratación colectiva, proyectando la precarización de millones de obreros, jornaleros, empleados, pequeños empresarios y cooperativistas.
10.- Demandan intensificar la resistencia, propiciar la organización y la unidad de clase en la lucha por defender nuestros derechos, exhortando a los legisladores a establecer leyes y puntos de acuerdo, que sin tocar la LFT, hagan efectivos los derechos laborales sobre empleos necesarios, seguro de desempleo, salario suficiente, control de precios y el respeto al libre ejercicio de los derechos colectivos y sindicales, la restitución de los derechos de seguridad social de carácter universal y solidario, así como la protección y estatización de los fondos de pensiones y ahorros laborales.
Cabos sueltos
1.- Un año y 220 días (catorce mil 40 horas), sin el pago de pensiones vitalicias.
2.- Libertad al compañero universitario Mario Romero, ilegalmente preso por el gobierno federal.
3.- La defensa de La Loma sigue sumando adeptos. El exhorto ahora emana del Congreso local. ¿Seguirá el Ejecutivo sin ver, ni oír, ni hablar?
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