Omar Brito
obrito@eleconomista.com.mx
El Economista
1 Febrero, 2010 - 21:00
El Sindicato Mexicano de Electricistas levantará los campamentos que tenían afuera de las estaciones de trabajo -bodega u oficina donde resguardan equipo o transformadores- y concentrará todas sus fuerzas en el Zócalo capitalino, donde planea permanecer hasta que se resuelva el conflicto que generó la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
Lo que busca el dirigente del SME, Martín Esparza, es concentrar a todos para mostrar que el sindicato no está debilitado “como dicen”, expresó Roberto, uno de los extrabajadores de LFC que acampa desde el viernes.
“En todos los medios siempre dicen que somos 200, aquí vamos a demostrar cuántos seguimos en la lucha y que sólo estábamos separados en las estaciones de trabajo”.
Él es uno de los 44,000 que se quedaron desempleados tras el decreto presidencial del 11 de octubre. Se niega a liquidarse porque confía en que “la Corte” (afirma que el caso lo discute la Suprema Corte cuando se discutiría en un Tribunal federal) resolverá en su favor y dará marcha atrás a la decisión de desaparecer la empresa pública.
“Le vamos a ganar al gobierno, ya le vamos ganando. El Secretario de Gobernación ya quiere dialogar con nosotros porque sabe que al final les vamos a ganar y nos van a tener que regresar nuestros trabajos, porque la materia de trabajo existe”.
Roberto tiene dos hijos, uno va a la secundaria y el otro ya trabaja en un taller mecánico, “porque le sabe bastante a los carros”.
Para sacar una “lanita” aprovecha los mítines y marchas de la lucha para vender “chucherías” como papas, paletas y hasta cigarros.
Enlace
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El Economista
1 Febrero, 2010 - 21:00
El Sindicato Mexicano de Electricistas levantará los campamentos que tenían afuera de las estaciones de trabajo -bodega u oficina donde resguardan equipo o transformadores- y concentrará todas sus fuerzas en el Zócalo capitalino, donde planea permanecer hasta que se resuelva el conflicto que generó la extinción de Luz y Fuerza del Centro.
Lo que busca el dirigente del SME, Martín Esparza, es concentrar a todos para mostrar que el sindicato no está debilitado “como dicen”, expresó Roberto, uno de los extrabajadores de LFC que acampa desde el viernes.
“En todos los medios siempre dicen que somos 200, aquí vamos a demostrar cuántos seguimos en la lucha y que sólo estábamos separados en las estaciones de trabajo”.
Él es uno de los 44,000 que se quedaron desempleados tras el decreto presidencial del 11 de octubre. Se niega a liquidarse porque confía en que “la Corte” (afirma que el caso lo discute la Suprema Corte cuando se discutiría en un Tribunal federal) resolverá en su favor y dará marcha atrás a la decisión de desaparecer la empresa pública.
“Le vamos a ganar al gobierno, ya le vamos ganando. El Secretario de Gobernación ya quiere dialogar con nosotros porque sabe que al final les vamos a ganar y nos van a tener que regresar nuestros trabajos, porque la materia de trabajo existe”.
Roberto tiene dos hijos, uno va a la secundaria y el otro ya trabaja en un taller mecánico, “porque le sabe bastante a los carros”.
Para sacar una “lanita” aprovecha los mítines y marchas de la lucha para vender “chucherías” como papas, paletas y hasta cigarros.
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